Diferencia entre religión y espiritualidad

Espiritualidad significa calidad de espiritual según el diccionario, que define lo espiritual como aquello perteneciente al espíritu. Debe distinguirse entre espiritualidad y religión. No es lo mismo. Las religiones son instituciones jerárquicas organizadas gestionadas por los hombres.

La espiritualidad está presente tanto en las religiones como fuera de estas.Existen espiritualidad no religiosa, una espiritualidad real, libre y no adscrita, vivida a lo largo de la historia por algunos seres humanos, que no pertenecen a religión o incluso a tradición alguna.

Hay personas que viven una espiritualidad profunda fuera y dentro de la religión. Y viveversa, hay personas que pertenecen a instituciones religiosas que no viven realmente una vida espiritual sino un rol o  o simple repetición mecánica de ritos y actividades pero desconectados de su verdadero ser. Al igual que tener un piano no le hace a uno pianista, pertenecer a una religión no le hace a uno espiritual. En sentido amplio todos somos seres espirituales con el potencial de conectar con lo espiritual. Hay místicos fuera de la religión.

Hay seres humanos que viven una vida espiritual real, y no se les podrá distinguir por lo aparente o por su pertenencia o no a una religión, ni por sus creencias, sino por su conexión interior y vivencia espiritual. Eso entra en la esfera de lo íntimo, de lo intangible e invisible, con diferentes manifestaciones externas dentro de la diversidad existencial, aunque en esencia sean parte de una misma realidad. (JIF)

ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN por Eckhart Tolle

El hecho de tener un credo (una serie de creencias consideradas como la verdad absoluta) no nos hace espirituales, independientemente de cuál sea la naturaleza de esas creencias. En efecto, mientras más se asocia la identidad con los pensamientos (las creencias), más crece la separación con respecto a la dimensión espiritual interior. Muchas personas “religiosas” se encuentran estancadas en ese nivel. Equiparan la verdad con el pensamiento y, puesto que están completamente identificadas con el pensamiento (su mente), se consideran las únicas poseedoras de la verdad, en un intento inconsciente por proteger su identidad. No se dan cuenta de las limitaciones del pensamiento. A menos de que los demás crean (piensen) lo mismo que ellas, a sus ojos, estarán equivocados; y en un pasado no muy remoto, habrían considerado justo eliminar a esos otros por esa razón. Hay quienes todavía piensan así en la actualidad.

La nueva espiritualidad, la transformación de la conciencia, comienza a surgir en gran medida fuera de las estructuras de las religiones institucionalizadas. Siempre hubo reductos de espiritualidad hasta en las religiones dominadas por la mente, aunque las jerarquías institucionalizadas se sintieran amenazadas por ellos y muchas veces trataran de suprimirlos. La apertura a gran escala de la espiritualidad fuera de las estructuras religiosas es un acontecimiento completamente nuevo.

Anteriormente, esa manifestación habría sido inconcebible, especialmente en Occidente, cultura en la cual es más grande el predominio de la mente y en donde la Iglesia cristiana tenía prácticamente la franquicia sobre la espiritualidad. Era imposible pensar en dar una charla o publicar un libro sobre espiritualidad sin la venia de la Iglesia. Y sin esa venia, el intento era silenciado rápidamente. Pero ya comienzan a verse señales de cambio inclusive en el seno de ciertas iglesias y religiones. Realmente es alentador y gratificante ver algunas señales de apertura.

Esto sucede en parte como resultado de las enseñanzas espirituales surgidas fuera de las religiones tradicionales, pero también debido a la influencia de las enseñanzas de los antiguos sabios orientales, que un número creciente de seguidores de las religiones tradicionales pueden dejar de identificarse con la forma, el dogma y los credos rígidos para descubrir la profundidad original oculta dentro de su propia tradición espiritual, y descubrir al mismo tiempo la profundidad de su propio ser. Se dan cuenta de que el grado de “espiritualidad” de la persona no tiene nada que ver con sus creencias sino mucho que ver con su estado de conciencia. Esto determina a su vez la forma como actúan en el mundo y se relacionan con los demás.

Quienes no logran ver más allá de la forma se encierran todavía más en sus creencias, es decir, en su mente. En la actualidad estamos presenciando un surgimiento sin precedentes de la conciencia, pero también el atrincheramiento y la intensificación del ego. Habrá algunas instituciones religiosas que se abrirán a la nueva conciencia mientras que otras endurecerán sus posiciones doctrinarias para convertirse en parte de todas esas otras estructuras forjadas por el hombre detrás de las cuales se ha de atrincherar el ego para “dar la pelea”. Algunas iglesias, cultos o movimientos religiosos son básicamente entidades egotistas colectivas identificadas tan rígidamente con sus posiciones mentales como los seguidores de cualquier ideología política cerrada ante cualquier otra interpretación diferente de la realidad.

Pero el ego está destinado a disolverse, y todas sus estructuras osificadas, ya sea de las religiones o de otras instituciones, corporaciones o gobiernos, se desintegrarán desde adentro, por afianzadas que parezcan. Las estructuras más rígidas, las más refractarias al cambio, serán las primeras en caer. Esto ya sucedió en el caso del comunismo soviético. A pesar de cuán afianzado, sólido y monolítico parecía, al cabo de unos cuantos años se desintegró desde adentro. Nadie lo vio venir. A todos nos cayó por sorpresa. Y son muchas otras las sorpresas que nos esperan.

(Eckhart Tolle from “A new Earth”)

 

Espiritualidad y religión por Matias De Stefano

Es importante que diferenciemos estos conceptos antes de lanzarnos a la vida a compartir lo que somos y sentimos con todos los demás.

La Espiritualidad no posee un lineamiento ni dirección, no posee misión ni propósito, ni si quiera es una filosofía de vida, todo lo contrario: es un estado de sí mismo en que se comprende el resultado de un todo y la posibilidad de una nueva realidad, es el estado que me hace permeable a recibir todo tipo de visiones, compartir todo tipo de religión y dogma sin juicio, pues la espiritualidad contiene a la religión y no está en su contra, pues aquél que está en contra es tan sólo producto de un nuevo dogma.

Recuerden que ser espirituales es ser como el Todo, y el todo no posee límites, no posee estructuras ni direcciones ni leyes. No crean que son espirituales aquellos que canalizan, sanan o hablan con sus guías, pues hay más ateos y agnósticos mil veces más espirituales que aquellos que nos concideramos muchas veces erróneamente «conscientes». La espiritualidad es saberse único y parte de todo. Es ser y dejar ser. Es coherencia en mente, emoción y acción. Sé un océano, y lo entenderás.

Hay que recordar que la Religión no es espiritual, sino una institución dogmática que va más allá de los nombres conocidos como cristianismo, islam o budismo, sino que también es la forma en que consideramos que somos espirituales condicionados por creencias y aprendizajes culturales o personales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La espiritualidad no es patrimonio de una religión u organización.

La religión no es solo una, hay muchas. 

La espiritualidad es una.

La espiritualidad no divide, es causa de unión.

La espiritualidad es abierta, tolerante y carente de dogmas.

La religión es enseñada por religiosos que siguen unas reglas.

La espiritualidad es transmitida por seres libres fieles a la verdad, a lo real.

La espiritualidad es libertad en conciencia.

La religión sigue los preceptos de libros sagrados.

La espiritualidad busca lo sagrado, la verdad desde la libertad.

La espiritualidad la tienes que buscar tu.

La religión tiene un conjunto de preceptos y reglas incuestionables. Te adhieres.

La espiritualidad es libre, indaga, lo cuestiona todo. Investiga y experimenta vivencialmente.

La espiritualidad es no dual. Sirve a la unidad real.

La espiritualidad es el alimento que tú mismo buscas cuando llega el momento.

Alguna religión todavía habla de pecado y culpa.

La espiritualidad habla de responsabilidad, confianza, amor incondicional…

La espiritualidad une. Te hace sentir parte de y vivir en el mundo y en Dios.

La espiritualidad te hace consciente. Es meditación.

La espiritualidad investiga y descubre lo real.

Honra siempre la verdad y la realidad cualquiera que esta sea.

La espiritualidad te hace vivir en la conciencia. La espiritualidad se ocupa del SER.

La espiritualidad no alimenta el ego, busca trascenderlo.

La espiritualidad surge en el presente. Te hace vivir aquí y ahora.

Te lleva al encuentro profundo contigo mismo y lo divino. Todo es Uno.

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