Es la hora de acostarse…
Hola Cris, ¿como estás?
Esta tarde, cuando has vuelto de la escuela te he notado un poco triste y a la hora de cenar tampoco tenías hambre ni ganas de reír. ¿Te encuentras bien? Ven que te abrace un poquito. ¿Sabes que te quiero y que me gusta mucho estar contigo? Acércate, aquí a mi lado. ¿A que se está bien? .A mí también me gusta estar así… acurrucada como una bolita. Entonces el mundo es amable y seguro, casi perfecto…
¿Qué tal si esta noche leernos un cuento muy especial?
De hecho, es un secreto, un gran secreto que me conté la abuela cuando era más o menos como tú, un día en que también me sentía triste, diferente de las demás niñas, quería estar sola y no tenía ganas de jugar, creía que nadie podía comprenderme, a ratos sentía miedos sin explicación… cosas que no contaba ni a mis amigas más amigas. Todo era como cuando las nubes no dejan que brille el sol, sabes que sigue estando ahí, pero todo está apagado, los colores, los pájaros, las personas. Yo me sentía igual.
Escucha con atención y quizá el mundo empiece a ser diferente. Así comienza este cuento:
Érase una vez la historia de un puntito de Luz, Amor y Energía. Cuando miramos al cielo, en una noche serena, vemos que el firmamento está lleno de estrellas. O al menos eso nos han dicho, porque lo que no sabe mucha gente es que unas son estrellas (soles) y otras… sólo lo parecen. Este puntito de Luz en concreto se encontraba mirando a la Tierra y le pareció que decididamente, hacia falta alguien que entendiera de jardinería para alegrarle un poco la cara al planeta, lo que se dice darle una nota de color. También tenía que aprender la lección del esfuerzo sostenido y ampliar sus conocimientos» sobrela amistad. Le comunicó su propósito al Amor Universal, que sabiendo sus intenciones le advirtió de los peligros del viaje, «¡sobre todo recuerda siempre Quién eres!». Nuestro puntito estaba tan contento con los preparativos de su aventura que apenas oyó la ultima frase.
Pero los puntitos de Luz no pueden plantar árboles, comer, cantar o abrazar… así que tendría que convertirse en un humano si quería hacer todas esas cosas. Vio a un señor y una señora jóvenes que le cayeron la mar de bien, tenían una casa acogedora, un gato, reían un montón y deseaban tener un bebé, así que después de mirar un poquito le pareció que era el sitio adecuado a donde ir- Sabía que la elección había sido la correcta de modo que…. allá voooy ¡¡
Cuando los puntitos de Luz bajan a la Tierra son como estrellas fugaces, zashhhhh..,ves una luz que desciende rápidamente perdiéndose en el horizonte, luego otra zashhhh….zashhhhh
Y así es como este puntito de Luz, de Amor y Energía tan intenso que podía verse desde el cielo, un puntito de energía maravillosa, se fué expandiendo y expandiendo, haciéndose cada vez mayor. Con el paso de los días va adquiriendo la forma de una niñita que estaba feliz en el vientre de su madre, flotando, calentita oyendo de lejos todo el trajín del mundo exterior, y también las risas, la música, las voces… Pero de tanto crecer, llegó un momento en que se sentía incómoda, no tenía espacio suficiente para moverse y empezó a tener ganas de salir y ver qué es lo que realmente estaba pasando allí fuera. Sentía ganas de empezar la gran aventura!!. Un ángel, un elfo, un ser de luz, hubiera podido ver cómo otra esfera de Luz, de Amor y Energía salía al mundo para realizar su labor.
Así que el puntito-niña apareció de golpe frente a un montón de gente que la miraba con gran expectación. ¿Está bien? ¿No le falta nada? ¿Es niño o niña? ¿Cómo se llamará? ¿Qué será de mayor? ¿Se portará bien? ¿Podremos hacerlo? ¿Sabremos?…. Decidieron que ¡a niña se llamaría Cristina, «Cris», y así fije. ¡Ah! sí, se llama como tú. Ya te he dicho que este cuento era muy especial…
Cris se asustó mucho con tantas luces, el ruido, e! frío…. necesitaba tranquilidad, calor, dormir después del esfuerzo, tenía hambre, pero ¡¡oh, no entienden nada de lo que digo!!. y entonces empezó a llorar, a berrear con gran intensidad y finalmente la llevaron con mami.
Los primero días son un poco de barullo. Gente entrando y saliendo… grandes narices que te miran, comer, los pañales, todos haciendo tata, gugu, queriendo coger al bebé, ¡qué inocente, mira que carita tiene, cómo duerme, cómo come….cómo, uf, huele!.
Pero para Cris la situación era a ratos un poco frustrante. Antes no tenia sensación de hambre, ni retortijones de tripa, ni tenia que dormir sola y a oscuras porque a todas horas habla una luz cálida a su alrededor y se oía siempre el bum, bum, bum del corazón de mami… También se comunicaba directamente con ella no sabía cómo pero se hablaban. Ahora, de golpe, esa comunicación se había interrumpido, y muchas veces no le quedaba más remedio que llorar o gritar para llamarla atención. También habla visto que reír tenía mucho éxito, sobretodo con papi, que entonces la cogía y la levantaba por los aires ¡eso si que era divertido!
Eran buenos tiempos, Cris todavía recordaba que ella era ese puntito de Luz, Amor y Energía que decidió ir a la tierra para cuidar de unos árboles y aprender varias cosas más. Lo sentía en el corazón y entonces la invadía una plenitud, una felicidad… “mira como se ríe la niña, ya me conoce, dice papi… que nooo, me sonríe a mi, que por algo estoy con ella todo el día, dice mami»
Cris fué creciendo y la cosa se fué complicando. Algo fallaba. Los mayores no eran capaces de ver la Luz que desprendía. Ella lo señalaba. Intentaba mostrarlo de algún modo pero no había manera. Podía verla en otros niños como ella “se Conocen hace diez minutos y ya están jugando como si fueran amigos de toda la vida”…. Una vez, recuerda en un parque a un hombre mayor que también desprendíala misma Luz“¡Ven aquí! ¡no molestes a ese señor!” gritó mami. De modo que tras un momento de duda, optó por hacerle caso. ¡Cualquiera le dice que no a una mole diez veces mayor que tú!
Cris no podía sentirse Luz y estar asustada al mismo tiempo. Necesitaba de mami para comer, para su seguridad, para vivir, de modo que si mami desaparecía fuera de su vista, ella creía que era una eternidad y empezaba a llorar con desespero. ¡¡¡Solaaaaa!!!, en un pozo negro, llora de dolor, y viene mamá corriendo… “¡Pero mira que eres!, una no puede ni ir a tender la ropa que ya la están llamando otra vez me va a dar algo! ¡toma la Barbyplus a ver si te callas!”
¡Y tenía tantas cosas que hacer!, que si aprender tantísimas palabras, que si el rollo ese del orinal, que si la papilla, que si el vestido, que si “eso no se toca, que si te vas a caer, que mira que te digo que no, a ver si te da un calambre, es que no paras, a mi esta niña me pone de los nervios, que mira que mona está y qué graciosa,… sí es muy buena si, cuando quiere, es muy buena…, no nos podemos quejar”…
Llevada por su inclinación natural intentaba empezar a aprender algo sobre flores para ir adelantando, y mami se ponía siempre hecha una energúmena: “¡Mira! ¡mira otra vez cómo te has puesto! ¡si es que eres un desastre, con tierra hasta en las orejas! ¡un desastre, eso es lo que tu eres!. Pero si sólo me he dado la vuelta un segundo… si esto sigue así, hablo con tu padre y te quedas a vivir en el parque, con los monos. O te portas bien o no sé que va a pasar en esta casal»
Claro que no siempre era así ni mucho menos, había momentos en que mami y papi estaban descansados, le hacían mimitos, jugaban con ella, le leían cuentos deliciosos, le traían sorpresas si estaba enfermita en cama, y se sentía muy querida. Le hubiera gustado que esos momentos durasen para siempre.
Pero los mayores son muy raros y no queda nunca claro lo que quieren.
Estaba hecha un li0. “Me trago sin escupir ese horrible pastel de espinacas en casa de la abuela y mamí casi se desmaya de alegría. En cambio esta mañana, intento hablar con un rosa, que estaba triste, y me cayó un enfado tremendo, ¡tanto que mamí no quería volver a verme nunca mas! ¡He pasado tantísimo miedo!!! Ha sido horrible, no entiendo nada, ¿qué puedo hacer?”
Cris hacía verdaderos esfuerzos para adaptarse a todas estas situaciones, y a papi y mami en particular. Con mami pocas bromas, ser buenecita…. Poco ruido… que me ponga esas coletas “de niña” que tanto le gustan a ella… que le haga quedar bien si vamos de visita,ni moleste, ni hable demasiado y sobre todo que no le de sustos, “que no sabe si los podrá soportar…” Yo no es que quiera darle sustos, pero con papi funciona mejor, poner buena cara y siempre cae algo, lo de buena niña también fijo, eso siempre, que si tiene mal día…
Cris no puede soportar que se enfaden con ella, es pequeña y sólo pensar en la cara de papi o mamí cuando la riñen… hace que se sienta muy mal.
¡Pobre Cris! Ya no podía recordar que ella es ese puntito de Luz, Amor y Energía que vivía junto a las estrellas, y poco a poco su mundo fue cambiando, se fué reduciendo, se fué domesticando, no le quedó más remedio.
¿Qué debo hacer para que me quieran? se convirtió, sin saberlo, en su gran pregunta. Ahora debe estar pendiente de hacer lo adecuado en cada momento. “Soy un desastre de niña, debo portarme mejor, ser buena, no hacer mucho ruido, estudiar… De hecho, es muy difícil hacer que te quieran todo el día, pero no se puede vivir sin amor y también hay que comer y tener una familia que te cuide…»
Y, ¿sabes que pasaba mientras tanto con el puntito de Luz, Amor y Energía? Claro que seguía estando ahí, detrás del corazón y siempre que podía le enviaba mensajes a Cris. Lo hacía en los sueños, o cuando estaba feliz en plena naturaleza, dibujando, jugando, cuando leía algún libro especial… el puntito aprovechaba cualquier momento para ponerse en contacto con ella y esos mensajes tomaban la forma de una añoranza, de un anhelo muy fuerte, como cuando has estado en un país maravilloso y luego en el recuerdo vuelves a él una y otra vez, deseando con todo su ser estar allí.
Ella oía los mensajes de la esfera de Luz pero tenía tantas cosas en la cabeza a las que atender, que pensó que era mejor no hacerle caso, sólo hacía que distraerla de sus asuntos, y además, casi nunca coincidía con lo que papá y mamá querían. Sólo le traería problemas…
Sin embargo, cuanto más acallaba la Voz interior, más triste y peor se sentía, de modo que empezó a decirse, «Ahora no puedo, pero de mayor sí que seré feliz, encontrare. a quien me quiera realmente y para siempre, no como ahora, que seguro que mis padres de verdad todavía me están buscando, y haré lo que me apetezca salvaré a todos los árboles del mundo y viajaré muy lejos, nadie volverá a reírse de mí porque seré muy fuerte, y tendré muchos amigos y seré distinta de toda esta gente, seré feliz y tendré muchos animales y además…». Esto aliviaba un poco su dolor.
Un día, pasados ya unos años, mientras paseaba por el parque de su infancia, encontró sobre un banco un libro que se veía ya leído por muchos anteriormente. Le llamó la atención que en las tapas, sólo había dibujada una estrellita dorada sobre un fondo azul oscuro.
Cogió el libro, se sentó y empezó a leer y mientras leía empezó a recordar y a sentir en el pecho como una llamita, primero muy débil, casi imperceptible, y poco a poco un calorcito, muy confortable, más intenso. Se sentía feliz como hacía tiempo que no recordaba. Tenía la sensación de haber encontrado algo muy valioso, pero lo más importante es que a medida que leía, sabía que era “Ella” la que estaba leyendo, que era el puntito de Luz, de Amor y Energía el que de hecho estaba leyendo, ese puntito que había sido Siempre y poco a poco, pudo ir recordando. Quién era y cual había sido su propósito.
¿Y sabes cual era el gran secreto? ¿Te lo imaginas?
Tú, yo, papi, mami, la abuela, tu amiga Laura y Diego.,. todos somos puntitos de Luz que hemos olvidado de dónde venimos y quienes somos realmente.
* * * * * *
¿Qué te dice esta historia? ¿Te resulta familiar?
Cada mañana, al despertar, podemos preguntamos: ¿Cómo puedo hacer para que hoy sea un buen día? y verás que eso se produce cuando estás realmente en contacto con el puntito de Luz, Amor y Energía que Eres. La Luz hace que te intereses por las flores, los animales… ¡tantas cosas v personas que te rodean! que la palabra “aburrido” simplemente desaparece. El amor es el que hace que quieras, que ames, que te sientas tan llena que en este caso la palabra “sola” deja de tener sentido, todo el mundo es como un gran hogar. La Energía hace que respires, que Juegues, saltes, sientas toda la Vida en tu interior aunque estés totalmente quieta o dormida.
Esto ya es un gran cambio en la manera de ver las cosas, las personas que nos rodean, el mundo y a nosotros mismos.
Aunque lo más importante es que recuerdes que Tú, la Luz, eres la que juega, la que llora, la que se ríe, la que hace los deberes. Tú, el Amor, la que sopla las velas de! pastel de cumpleaños, la que se come un helado o canta una canción. Tú, la Energía, la que tiene el sarampión, o la que mira caer la lluvia tras la ventana. Conel tiempo irás aprendiendo mas cosas, recordarás cuál era tu propósito concreto, lo sentirás como un deseo muy fuerte que surge del corazón, de la Voz interior. Sea el que sea, será tu propósito.La verdadera Felicidad proviene de expresar todo el Potencial que somos. Para unos puede ser cocinar con amor y así hacer felices a los demás, para otros construir casas que nos hagan sentir mejor, o cuidar árboles, o personas… llenar el mundo de colores o de fórmulas matemáticas, de música, de humor… no lo deseches por simple que parezca o les parezca a los demás. Será tu manera de expresar sobre la Tierra el Amor, la Energía y la Luz que Tú eres y sobre todo, recuerda siempre, una y otra vez, Quién eres realmente.
Cris se fué durmiendo, y su carita irradiaba felicidad, luz, plenitud, porque también ella había empezado a recordar…
Judith Mir BCfl, 05Julio 2002