El espacio grupal enriquece la experiencia, ya que cada miembro y participante es una piedra preciosa que aporta su riqueza en recursos internos , riqueza que al ser vivencial, se multiplica. Es un encuentro para estimular la propia conciencia de sí mismo en el aquí y ahora y en relación a los demás, donde recuperar la autovaloración y la aceptación de la vida.Aquí, en el grupo, al participante le puede suceder lo mismo que cuando se encuentra en la calle, pero uno puede ir un poco más lejos de lo que se permite en su vida cotidiana logrando con ello valiosos progresos.
Es una práctica para desarrollar la expresión de los sentimientos y necesidades propios, más allá de los juicios que nos limitan. A partir de la dinámica de grupo, descubrimos más opciones de comportamiento que las que nos resultan habituales y con las que estamos identificados. Desarrollamos así una mejor relación a los demás.
Una de las ventajas de la dinámica grupal frente a su ausencia es que permite no sólo tener las referencias propias o del profesional, sino también las de otras personas o “espejos” que nos acompañan en ese camino. Para eso no sirve cualquier grupo. Ha de realizarse en un contexto adecuado, con un guía o director de orquesta que lo facilite, y en condiciones específicas, como la del Grupo de Crecimiento que se propone.El grupo es un excelente escenario para explorar.
Puedes ver información ampliada sobre nuestras actividades grupales o del Grupo de Crecimiento semanal que realizamos.
EL ENFOQUE GESTALTICO:
Visión holística de los grupos, el todo es más que la suma de las partes.
Algunos valores gestálticos: Permanecer en el aquí y ahora. “Perder la cabeza” y volver al sentir y a los sentidos. Vivir en el momento y no para el momento. Autenticidad…
El intento de definir la Gestalt me resulta delicado. La siento como un arte, una forma de estar presente, de estar conciente, y de contagiar al otro desde ahí. Algo de magia ocurre… Integra las dimensiones sensorial, afectiva, intelectual, social y espiritual del ser humano. Permite una experiencia global en la cual el cuerpo puede hablarse, y la palabra encarnarse. Pone el acento en el aquí y ahora; rehabilita la expresión de la emoción y del cuerpo; favorece un contacto auténtico con los demás, así como la creatividad en el contacto del organismo con el ambiente. Nos ayuda a comprender los mecanismos que nos llevan a conductas repetitivas e insatisfactorias. Nos permite experimentar cómo interrumpimos el logro de nuestras necesidades. Nos ayuda a encontrar nuevas soluciones, a ser responsables, concientes, presentes. Es decir, a rescatar nuestro poder. Me ayuda a conocerme mejor, y aceptarme tal como soy. La gestalt facilita el florecimiento del ser.
Los objetivos de la Gestalt son: Pasar del apoyo externo al autoapoyo. Aprender a darse cuenta de lo que hace y cómo lo hace (auto-responsabilidad). Lograr la mayor integración posible, ya que esto facilita el crecimiento y desarrollo del individuo. Fomentar en la persona una actitud activa y responsable que le permita aprender a observar sus conductas y a experimentar otras nuevas. En lo que se refiere al proceso, éste no es un producto terminado sino que ha generado una persona que ha aprendido a desarrollar el «darse cuenta» que necesita para solucionar sus propios problemas.
Nos concentramos en cómo la propia fuerza de la persona o del sistema crea ciertas partes negadas (o escondidas) que deben ser descubiertas y reintegradas a su vida interior. Siempre comenzamos con la fuerza de la persona con su debilidad. Enseñamos, alentamos y apoyamos la experimentación que moviliza a la persona/sistema más allá de su actual estancamiento o funcionamiento limitado.
Todo encuentro es potencialmente un trabajo de arte, que beneficia a quien cree tener problemas y a quien cree no tenerlos. La gestalt tiene una integridad en desarrollo. El trabajo de nuestra vida es que lleguemos a ser individuos interdependientes y a la vez autónomos.
La Gestalt está encuadrada en el movimiento de la Psicología Humanista, comparte con el mismo la visión esperanzada del ser humano que tiende a su autorrealización, no como individuo patologizado sino con recursos saludables para su desarrollo óptimo en el aquí y ahora: un tiempo presente y puntual, despojado de absolutos e inmerso en una situación interrelacional con los otros y con el mundo.
La Gestalt tiene muchas influencias: el teatro y el psicodrama, el pensamiento fenomenológico y existencialista, Orientalismo, Espiritualidad, Meditación, El zen, etc.
Un espacio gestáltico es un espacio donde tener una escucha abierta,
Un lugar seguro, de encuentro y reencuentro con mis respuestas interiores más sabias,
cargadas de sentido para mi ser. De crecimiento y evolución para mi ser,
ayudándome a traspasar mis propias autolimitaciones.
De transformación de viejas heridas, encontrando un nuevo sentido para ellas y utilizando mis nuevas herramientas internas para enfrentarlas.
De responsabilizarme , tomando las riendas de mis acciones, actitudes, siendo arquitecto de mi propio hacer. De reencuentro con mi interior.
De autodescubrimiento, zambulléndome en un océano profundo de sabiduría en mi interior, y reencontrándome allí con las respuestas más simples, esenciales y auténticas.
De regresar a lo simple, esencial, de quitar máscaras y superposiciones ajenas.
De descubrimiento de mis patrones mentales, emocionales y conductuales,
hacerme consiente de ellos y moverme de lugar,
encontrar nuevas salidas y posibilidades, ir más allá de mis autolimitaciones.
Un espacio de respeto y amor incondicional hacia mi ser y mi propio proceso. De confianza total en mi poder de autosanación . De reencuentro con mi ser, entrando en contacto directo, de forma experiencial, con lo que siento, quiero y necesito para ser Feliz.
La Gestalt, más que una teoría de la psiquis, es una filosofía de vida y un eficaz abordaje terapéutico que prima la conciencia (awareness, darse cuenta), la propia responsabilidad de los procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del organismo (la persona total que somos) para regularse de forma adecuada con un medio cambiante.
Antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos… y requiere del terapeuta un uso de sí como instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una determinada actitud vital. Claudio Naranjo define la Gestalt como un intuicionismo que se reconoce como tal.