Meditación y Mindfulness

Aprender a meditar es el mayor regalo que puedes darte en esta vida. Mediante la meditación puedes emprender el viaje para descubrir tu verdadera naturaleza, y así encontrar la estabilidad y la confianza que necesitarás para vivir y morir bien (Sogyal Rinpoche en The Tibetan Book of Living and Dying)

Encuentra una manera de hacerte ese regalo y accede a tu mente creativa consciente eliminando pensamientos innecesarios, no deseados, superfluos, mediante la meditación y accede así a comprensiones liberadoras, y a una mayor ecuanimidad y serenidad. 

Cuando hablamos de meditación, es importante saber que esto no es una actividad rara o enigmática.  Que no supone convertirse en un zombi, o en un vegetal, o en un narcisista ensimismado, o en un cadete espacial, o en miembro de una secta, o en un devoto, o filosofo oriental.  La meditación tiene que ver con ser uno mismo y saber algo de quién y qué es eso. (J. Kabat-Zinn)


Una misma palabra es objeto de variadas interpretaciones, por ello es tan importante precisar a qué nos referimos. Las palabras son sólo indicadores limitados. Lo real no es la palabra sino aquello  a lo que hace referencia.  Nuestro objetivo es comprender lo esencial. La comprensión que libera de lo falso, de la duda, y que aporta claridad.

El diccionario dice que Meditar es pensar detenidamente o aplicar el pensamiento. También se utiliza a veces la expresión  “medítalo” como sinónimo de “piénsalo”.  A pesar de este uso popular, meditar no es pensar. Tampoco es una postura, ni tantas cosas que se dicen sin conocerlo.  

Y si una palabra aparentemente sencilla como meditación da lugar a muy diferentes interpretaciones, aparecen otras más sofisticadas o modernas para sustituirla o evitarla. Es el caso del término anglosajón “Mindfulness” que está siendo utilizado en sustitución de meditación. Significa “la cualidad o estado de ser consciente”.  El término Mindfulness ha surgido en gran parte en occidente y ha tenido mejor recibimiento en el ámbito académico y en ciertos sectores, como si fuera un descubrimiento contemporáneo. A veces detrás de este término se encuentran contenidos más mentales o académicos que próximos a la meditación. Por ello el discernimiento, distinguir entre lo falso y lo real, es tan importante más allá de las palabras. 

Es sorprendente el innegable poder de la terminología. Cuantas personas que no se acercaban a la meditación por alguna asociación errónea como las citadas o aversión variada, han dado el paso por llamarlo de otra manera. En este sentido es de agradecer. No obstante quienes van a aprender “mindfulness” y no lo harían si dijera “meditación” tendrán que afrontar la realidad. Retiradas las palabras,  se encuentran ante el mismo vasto espacio de la conciencia.

En Occidente disponíamos ya de una palabra sinónima de meditación:  “Contemplación”. Práctica similar que se realizaba en ciertas tradiciones hace siglos, y que fue en gran parte erradicada o sustituida por la reflexión pensada o la oración. Ahora para algunos contemplar es un término peyorativo de pérdida de tiempo o inactividad.  

Cuanta confusión puede darse con una palabra y por tanto más con las creencias o ideas,  con la mente de las personas. Se hace necesario la existencia de faros de luz, de traductores no mecánicos, que puedan ir más allá de la literalidad de las palabras. Aquellos que han tenido la experiencia más allá de lo verbal y pueden aportar luz y referencias  ante la habitual distorsión de la realidad.   

Articulo por José Ignacio Fernández - Otoño 2013

Los Miércoles realizamos sesiones de Meditación y esencia (información aquí)

También realizamos Retiros que son una excelente forma de acercarse a la meditación, al encuentro esencial con uno mismo. Con un diseño y condiciones adecuadas. 

La meditación es el proceso a través del cual profundizamos  nuestra atención y conciencia, refinándolas, y les damos así un uso práctico mayor en nuestras vidas. Una de las claves de la meditación es la de ayudarnos a salir de la corriente de pensamientos y emociones que fluye en la mente, y permitirnos observarla desde la orilla. Nos permite observarla, y utilizar sus energías para guiarnos en vez de para tiranizarnos. Este proceso no sucede mágicamente de por si. Requiere ser cultivada la capacidad de estar en el momento presente, la meditación. ( J. Kabat-Zinn)  

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